Por Victoria Gimeno

Para Alfonso, un seguidor del blog de Ava con quien nos comprometimos a hablar de los jefes

Según un estudio de Hay Group realizado a más de 86,000 líderes de todo el mundo, un 55 por ciento de estos están creando climas desmotivantes, a pesar de que un ambiente de trabajo positivo es crítico para el éxito de la empresa. Imagenempresas no democráticas

Estos “líderes” tóxicos generan, entre otros, además de desmotivación, frustración, resentimiento,  falta de autoestima,  y compromiso, y  sus  efectos nocivos persisten  mucho más allá de cuando ellos lideraban y dejan sus secuelas en quienes los han padecido. Su paso es como el de un tsunami, pasa, pero todo tarda mucho tiempo en recuperarse y algunas cosas nunca volverán a ser iguales.  Pero ojo, que las cosas no vuelvan nunca más a ser iguales no quiere decir que no puedan ser mejores en el futuro, aunque en medio de la “tragedia” no seamos capaces de vislumbrarlo.

Cuando hablo de líderes tóxicos, me estoy refiriendo a los controladores, a los que desconfían, los que hacen suyo el trabajo de sus colaboradores, los que nunca felicitan a su equipo y a todos los que define Bernardo Stamateas en su libro Gente tóxica, como los descalificadores, falsos, psicópatas, autoritarios, neuróticos, manipuladores y por supuesto los mediocres que encima se creen muy listos. ¿Para qué nos vamos a engañar?, ¿quién no ha tenido alguna vez un jefe que responda a alguno de estos perfiles?, ¿a quién no le han dicho alguna vez con una palmadita en la espalda que ha hecho muy bien su trabajo pero que podía haberlo hecho aún mejor? , ¿quién no se ha sentido atosigado e incluso culpable por no hacer algo exactamente tal como se tenía que hacer?, ¿quién no ha sufrido órdenes contradictorias y se ha bloqueado?, ¿cuántos directivos no se atreven a tomar decisiones cruciales, que además tienen que ver con sus funciones, porque creen que no tienen autoridad para hacerlo? … Seguramente podría citar mil ejemplos más y en alguno te sentirías reflejado.

¿Cómo puede ocurrir esto?, ¿cómo puede haber líderes tan negativos?, ¿es que no sabes que la mayoría de las empresas no son democráticas? Si a los líderes los eligiesen los equipos, ¿qué pasaría?

Pero en definitiva la situación es la que es, y si te ha tocado un líder que responde a uno de estos perfiles que hemos definido, tienes varias opciones, pedir un cambio en tu empresa, irte directamente, esperar a que te echen o adaptarte. Me voy a centrar en esta última opción y lo voy a hacer porque es la que creo que vas a escoger.  Y así lo creo porque este perfil de personajes precisamente no dura siempre, y si coges cualquiera de las otras opciones puede que ese jefe desaparezca, pero tú también. También creo que lo que hace que unos sobrevivan y otros no, no es la inteligencia sino su adaptación al cambio.

En esta situación, me permito darte unos consejos:

  1. Desarrolla la resiliencia
  2. Define perfectamente cuál es el perfil de tu jefe, etiquétalo, conócelo bien para que sepas cuales van a ser sus próximos movimientos y puedas protegerte y que no te afecten tanto
  3. Ríete, el humor es una píldora muy efectiva
  4. Se empático, ponte en sus zapatos, trata de comprenderle por muy incomprensible que te parezca
  5. Se agradecido, hasta de quien creas que no lo merece, algo puedes agradecerle
  6. Perdónale
  7. Y sobre todo aprende. De cualquier persona, buena, mala o regular , algo se puede aprender

 

 

Un comentario

  1. Victoria, muy sabios consejos que pueden cambiar una situación desmotivante en una positiva. Analizar, tener humor y aprender de la experiencia; positivimismo.Estoy de acuerdo en la importancia de la adaptación al cambio para sobrevivir en el entorno profesional y personalmente creo que en la gran mayoría de los casos, ese cambio es a mejor

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