Ana Herranz

¿os habéis encontrado alguna vez en esta situación?

Yo sí. Y es bastante frustrante. Tienes un buen curriculum, trabajas un montón, eres de los últimos en irte de la oficina, tienes la confianza de la gente, estás bien reconocido, haces un trabajo de calidad y resulta que hay una posibilidad de promoción y al que ascienden es al listillo de turno, que sabe la mitad que tú pero resulta que (a tus ojos) es un pelota, un trepa, se lleva fenomenal con los jefes y tiene un piquito de oro.
¿Por qué ocurre esto? pues normalmente no es porque el universo se haya puesto en nuestra contra, hay razones detrás que no hemos sido capaces de ver.
La principal es que ser muy bueno técnicamente sirve para eso, para ser técnico. Es decir si quieres ascender, eso solo no es suficiente.
A medida que se sube en la jerarquía, la importancia de la parte técnica desciende de forma inversamente proporcional a otras habilidades. ¿Cuáles son?:

1. Comunicación. Esta habilidad es clave. Hablar en público, presentar bien, comunicar para influenciar y persuadir. La pena es que por ejemplo en nuestro país, esta habilidad no se desarrolla, no se le da importancia ni en escuelas ni Universidades.
2. Contar y comunicar nuestros logros y lo que hacemos bien. Es decir vendernos. Tener un “discurso de venta personal”. Volvemos a lo mismo, culturalmente esto no nos gusta, sobre todo a los castellanos, yo soy de las que decían “pues si no lo ven, ellos se lo pierden”. Pues no bonita, así no vamos a ningún sitio. Si tu no te vendes los demás no lo van a hacer por ti. Esto tiene muchas derivadas; ¿por qué los italianos venden nuestro aceite como si fuera de ellos? ,¿por qué nuestro vino no es tan reconocido como el de otros países? No nos gusta vender, definitivamente.
3. Trabajar en equipo. Hoy no se entiende ningún trabajo sin el equipo. Tu trabajo siempre depende de unos de quienes recibes y otros a quienes entregas. Si sabes trabajar bien con la gente, los resultados siempre son mejores. Pero a veces todavía no lo entendemos, pensamos que todo el mérito tiene que ser nuestro y no queremos compartir. Craso error, el resultado del equipo va a ser mejor que el tuyo si lo haces solo. Con lo cual no te vas a llevar los méritos.
4. Gestionar a los superiores. A tu jefe no estés todo el día persiguiéndole para contarle tus penas. Resuelve. Presenta soluciones y alternativas, no esperes que te las resuelva él. Y además no pienses que sobrevive gracias a ti. Él tendrá problemas que tú desconoces.
Estamos hablando de habilidades que no vamos a desarrollar de un día para otro, requieren de un entrenamiento y una práctica. Diséñate un plan y ponte manos a la obra.
Y con esto no quiero decir que no haya compañeros trepas ni jefes inútiles, los hay, pero no siempre. Hazte tu auto análisis. Echando la culpa al “empedrao” y cabreándonos mucho no solucionamos nada. Toma acción. Gestiona tu carrera!

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2 comentarios

  1. has reflejado una situación en la que la mayoría de profesionales nos hemos encontrado. ¿Injusticia? Estoy de acuerdo contigo en que NO! Por muy bueno que seas en tu trabajo, si no le das y te das visibilidad, nadie va a saber lo que haces o quién eres. Generalmente culpamos a los demás de lo que realmente es culpa nuestra. Proyeccion, visibilidad y comunicación, son tres factores que deberían estar constantes en nuestro día a día. Hacer lo mismo con estos “ingredientes” supondrá un gran cambio!

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