Por Arantza Ríos
¿Eres de los que desayunas un café bebido, después comes ligero -una ensalada o un sándwich-, te quedas trabajando hasta tarde en la oficina, con un montón de reuniones, llamadas, etc. y cuando llega la hora de la cena devoras?….pues resulta que para esta aventura que es vivir disponemos solamente de un cuerpo que deberíamos cuidarlo como eso, como único. ¿Lo estás haciendo tú?
Recientemente, he visto a mí alrededor varios casos de personas que, llegando a los cuarenta, están comenzando a tener problemas de salud relacionados con el sobrepeso, con el estómago, el colesterol alto, hipertensión, problemas de caderas (por la vida sedentaria), contracturas musculares, etc.
Muchos de ellos tienen trabajos muy demandantes, están sometidos a situaciones de tensión y por falta de tiempo, no le proporcionan al cuerpo ni el descanso ni los nutrientes, ni la actividad que necesita. Creo que merece la pena tomárselo en serio y prestar a la salud la atención que merece. Con la salud no se juega.
Afortunadamente la salud empieza a ser un tema sensible en las empresas y algunas ya lo están incorporado dentro de los programas de formación de sus empleados. Las empresas también quieren personas sanas.
Con el objetivo de ayudaros en esta aventura “saludable” os planteo algunas recomendaciones relacionadas con la alimentación y con la vida sedentaria.
Respecto a la alimentación son de vital importancia dos temas:
- Vigilar la cantidad de alimentos que consumimos, con esto haremos frente al sobrepeso. Pero no te saltes ninguna comida principal.
- Que lo que comamos sea de calidad y equilibrado. Para ello es importante saber qué función tiene cada nutriente: las proteínas son los ladrillos del organismo, los hidratos de carbono y las grasas son el combustible, y las vitaminas y los minerales son el lubricante que regula el buen funcionamiento del organismo. La calidad tiene que ver sobre todo con las grasas; no deben tomarse en exceso, porque conducirían al sobrepeso. Asimismo, hay que evitar aquello que aumenta el colesterol: fritos, embutidos tipo mortadela, mantequilla, quesos curados, etc.
En lo referente a la vida sedentaria, como todos ya sabéis hacer una actividad física diaria es lo más recomendable para nuestro bienestar. ¡Enhorabuena a los que lo tenéis incorporado como un hábito de vida! Para el resto, aquí van algunas recomendaciones sencillas, que los médicos sugieren: subir las escaleras de casa andando; si la distancia lo permite ir andando a la oficina o bien utilizar el transporte público; si vas en metro sube y baja las escaleras o bien bájate una o dos paradas antes, y haz este recorrido andando. Por último, realiza ejercicios de estiramiento, los puedes hacer en la propia silla de la oficina y date un paseo de 20 minutos después de una comida sana. ¿A cuál de todas ellas te apuntas?