Por Ana Herranz

Hay ocasiones en las que en las que decidimos dar un paro en nuestra carrera, por motivaciones varias. Puede ser porque simplemente decidamos tomar un año sabático para viajar, para estudiar o simplemente para relajarnos, o por otros motivos personales como pueden ser, cuidar de nuestros hijos pequeños o de nuestros padres ancianos.

Esta es una decisión difícil y en España todavía más. Primero por razones estructurales, lo complicado que es buscar trabajo y segundo, por razones culturales, ya que somos bastante adversos al riesgo.

Y esta aversión juega en los dos bandos. Como candidato parece que es un estigma haberse ido de año sabático y no sabemos cómo contarlo y como reclutador, nos preguntamos, “¿Qué te has tirado un año sin hacer nada y ahora pretendes que te contrate?. ¡Si creo que eres un vago!”. Con lo cual la pescadilla no hace más que morderse la cola.

Yo personalmente creo que es algo buenísimo, clarísimamente si vas a cuidar a alguien de tu familia y también si es un año que aprovechas para despejar tu mente y abrirla a nuevas ideas, proyectos, personas, países, culturas…

Muy bien, y cuando quieres rengancharte, ¿qué haces, teniendo a nuestro reclutador tipo?:

  • Ponte al día: tienes que ponerte al corriente de las dinámicas del mercado y las nuevas tendencias. Busca las publicaciones relevantes de tu sector. Únete a grupos en las redes sociales, sigue blogs de tu interés. Reconecta con tu red profesional, hazte una tournée de cafés con tus contactos para ponerte al día y volver a estar en el radar.
  • Fórmate: en aquello que veas que te has quedado un poco atrasado, busca un curso corto pero enfocado a lo que quieres aprender. No se trata de gastarte una millonada. Algo práctico y útil que te permita decir que sabes de eso. Hoy en día hay plataformas de formación online con cursos buenísimos y gratuitos o a bajo coste de las mejores Universidades: edx.org; www.coursera.org; www.lynda.com
  • Haz balance de lo que vales: Un problema habitual de la gente en esta situación es que poco a poco su confianza disminuye y la alta estima es una parte clave del proceso. Repasa todos los logros de tu vida, todo lo que has conseguido. Haz una lista de la gente que te da energía y positivismo, ganas de hacer cosas y creerte lo bueno que eres y habla con ellos con regularidad. Haz otra lista con todos los “cenizos” de tu vida y olvídales.
  • Explora cosas nuevas. Piensa en proyectos puntuales que puedes ofrecer a gente que conoces. Piensa en ONGs o asociaciones donde puedas trabajar como voluntario. Es una forma de volver a sentirte ocupado, útil y de conocer gente nueva
  • Busca oportunidades interesantes a largo plazo. No te obsesiones con encontrar un trabajo del mismo sueldo y nivel que tenías. Piensa en el largo plazo aunque en el corto no vayas a tener el mismo sueldo o posición.
  • No te obsesiones con los headhunters. Más bien olvídate de ellos. No eres su perfil objetivo. Pero no pasa nada, hay otros canales
  • Articula un buen mensaje: piensa que lo has hecho los años fuera del trabajo, te han aportado otras cosas. Prepara un mensaje positivo y rápido de las habilidades/conocimiento/experiencia que ahora tienes que antes no tenías.
  • Sal a la calle: no te limites a buscar trabajos online. No va de eso. Sal, habla con la gente, relaciónate, coge ideas…

 

 

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